
Relaja tensiones y cuida tus dientes
Tratamientos para combatir el bruxismo
El bruxismo es el acto de apretar los dientes, un hábito que se produce de manera inconsciente tanto en adultos como en niños.
Es la causa desconocida de diversidad de dolores y malestar (de cabeza, oídos y cuello), además de ocasionar dolencias bucales como son dolor en articulaciones y músculos mandibulares, así como el desgaste en las piezas dentales. Por lo que es recomendable visitar al dentista en caso de que sufras de manera frecuente alguna de estas molestias.
El bruxismo se puede originar de manera puntual, por un período de ansiedad o estrés y, en consecuencia, puede remitir cuando este período desaparece. Pero también puede convertirse en un problema crónico.
Este hábito se puede producir en momentos concretos durante el día o a lo largo de toda la noche. En este último, ocasiona imposibilidad de descansar bien además de producir agotamiento y molestias al levantarse.
En cualquiera de los casos, el bruxismo es algo inconsciente y se hace difícil controlarlo. Por ello, lo mejor es tratarlo cuanto antes de manera que evitemos sus consecuencias.
Tratamientos para el bruxismo
Para tratar el bruxismo es importante que el paciente intente minimizar el problema que le causa esa tensión. Y por nuestra parte, como odontólogos recomendamos las férulas de descarga, es un aparato de resina transparente que abarca la superficie de los dientes y que puede ir en el maxilar superior o inferior. Deberá llevarse por las noches y en situaciones diurnas donde se sea consciente del hábito.
Con las férulas de descarga se logra:
- Disipar las fuerzas que se generan al apretar los dientes, relajando los músculos de la mandíbula.
- Evitar el desgaste de las piezas dentales al no producirse el rozamiento.

¿Cómo saber si padezco bruxismo?
El bruxismo es un hábito inconsciente que mayoritariamente se sufre durante el sueño, por lo que es difícil que uno mismo pueda darse cuenta. Por ello, puedes realizarte las siguientes preguntas para descubrir si lo sufres.
- ¿Te duele la mandíbula frecuentemente?
- ¿Sufres dolor de oídos de manera habitual y los otorrinos han descartado cualquier otra patología?
- ¿Te despiertas con la boca entumecida?
- ¿Soportas migrañas o dolores de cabeza periódicos?
- ¿Rechinas los dientes, o haces ruidos con la boca mientras duermes?